Un guerrero asedia Cosmoplus

Una lesión te puede dejar fuera de un juego de futbol, pero cuando el coraje y el pundonor te regresan al campo, puedes olvidarte del marcador, porque eres desde ya un gran vencedor.

La mañana del pasado sábado lucía como cualquier otra en las instalaciones de Cosmoplus.

Dos equipos calentaban sobre el rectángulo de la Cancha 3 del complejo deportivo en espera del silbatazo inicial.

Las selecciones de las empresas Trane y Celestica dirimirían sobre el pasto sintético sus diferencias en busca del ansiado boleto a la siguiente ronda de la emblemática Copa Jorch 2018.

Sin embargo, uno de los dos combinados presentaba problemas para completar a la oncena de jugadores que sacarían el honor por sus colores.

Era la selección de Celestica la que tuvo que echar mano de su coraje y pundonor para arrancar las acciones en el horario programado.

Las 11:00 horas marcó el reloj-cronómetro del nazareno, quien avaló el arranque del encuentro con dos jugadores menos para los ataviados en los colores de la selección de Alemania en el Mundial 2006.

No transcurrieron ni 5 minutos cuando el primero de los nueve guerreros se limitó a ver el resto del partido como un espectador más, tras una lesión en su rodilla derecha que le impidió continuar apoyando a sus jugadores.

Pese al handicap a favor del conjunto de Trane, el gol no caía. Ocho valientes futbolistas se revolvían, tratando de controlar el esférico en busca de un estéril ataque que terminaba en la media cancha.

Previo al término de la primera parte, lo inevitable sucedió. Cayó el primer gol, pero lo más doloroso fue ver cómo otro soldado de Celestica frustraba sus ganas de seguir en el campo al doblarse el dedo anular de su mano derecha jugando como portero, lo que dejó a sus compañeros en una mayor desigualdad ante sus rivales.

“El equipo dio todo lo que tenía que dar. Dio un gran esfuerzo a pesar de que nos faltaron jugadores. Empezamos con nueve, de ahí nos fuimos completando, pero desgraciadamente tuvimos al inicio del juego la lesión de un jugador, y luego vino la mía (una lesión), y pues tuvimos que salir. Ni modo, así es el juego”, señaló Luis Acosta, el valiente portero que a regañadientes tuvo que salir del juego a recuperar el aliento, pero también a fortalecer su mentalidad.

El medio tiempo fue de utilidad para aplicar vendaje en su mano para continuar el partido como delantero.

El coraje por ver a sus compañeros en competencia desfavorable lo empujó a combatir por el honor de sus colores.

Y aunque el resultado fue desfavorable por 5-0, los intentos por hacer más decoroso el marcador no decayeron por parte de Celestica.

“Mi lesión fue un accidente, son los riesgos del futbol. En esta ocasión me tocó jugar de portero, atajé mal el balón y se produjo la lesión”, añadió Acosta con resignación, pero a a vez con el orgullo del deber cumplido.

 

 

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