Reducir la brecha salarial beneficia a todos los sectores de la economía

En los últimos años, las mujeres se han ido integrando a la fuerza económica del mundo, desarrollando sus habilidades en distintos rubros, los cuales han traído grandes beneficios, pero aún estamos lejos de alcanzar la anhelada equidad de género ante la marcada brecha salarial que prevalece entre ambos géneros.

Estudios de diferentes empresas, asociaciones y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), quienes han realizado diferentes proyecciones de cómo sería la economía a nivel mundial si se realizaran acciones para reducción de la brecha salarial. El McKinsey Global Institute (2015) ha proyectado un escenario en el cual, según estimaciones, el Producto Interno Bruto (PIB) mundial anual aumentaría a 28 billones de dólares adicionales para el 2025.

Por otra parte, la OIT ha calculado los beneficios potenciales para el PIB si todos los países alcanzaran el objetivo del G20, fijado en 2014, de reducir la brecha entre las tasas de participación laboral masculina y femenina en un 25% para 2025. Eso supondría un aumento del PIB mundial de 5.3 billones de dólares.

Además, el informe destaca los posibles efectos de autofinanciación relacionados con la inversión pública que se atribuyen a la reducción de la brecha de género: se estima que eso podría aumentar los ingresos tributarios mundiales en 1.4 billones de dólares (OIT 2017). Si todos los países igualaran su progreso en términos de paridad de género con el país con mejor desempeño de la región, el PIB mundial aumentaría en 12 billones de dólares para 2025.

Cuberes y Teignier-Baqué (2011) estiman que las industrias dominadas por hombres podrían aumentar su productividad entre un 3% y un 25% en muchos países en desarrollo si incrementaran la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo.

En estos estudios realizados se proyectaron distintos escenarios que beneficiarían a la economía mundial pero también a la sociedad como tal, debido a la participación activa de las mujeres que fortalecerá la economía, pero aún se continúa trabajando para que las mujeres puedan tener mayor participación en el empleo formal, que es sin duda el que trae mayores beneficios. En México, en los últimos años se han implementado una serie de acciones para la inclusión de las mujeres en actividades económicas formales, acciones como los incrementos de salarios mínimos que han beneficiado a las mujeres, la integración de las trabajadoras del hogar al empleo formal. Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), arrojan que la brecha del salario por hora por género ha disminuido entre 2018 y 2021; en 2018 era de 13.1 por ciento; en 2019 de 13.6 por ciento; en 2020 de 14.4 por ciento; y en 2021 de 12.2 por ciento.

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