Pide atender desafío de inestabilidad laboral en México
La informalidad y la precariedad son dos problemas estructurales del sistema de trabajo que caracterizan a la región de América Latina, explicó la investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, Fiorella Mancini.
Ambos están presentes en los países y atraviesan nuestros sistemas de empleo. Pero a partir de inicios del siglo XXI se suma un tercer desafío que afecta especialmente a México: la inestabilidad laboral, argumentó.
Esta característica significa que entre las y los trabajadores de todas las esferas y edades, desde jóvenes hasta personas adultas mayores, son frecuentes la incertidumbre, inseguridad y miedo a perder su fuente de ingresos.
Los primeros son más afines a este modelo, señaló, pues no planifican un estilo de vida en torno a su empleo. Son accesibles para cambiar de un sitio a otro, incluso lo prefieren de manera remota o sin contratos fijos, no importando las condiciones.
En cambio, para los adultos mayores es fundamental conservarlo, que puedan desarrollarse profesionalmente, generar antigüedad, garantizar un salario estable y una jubilación o pensión en el futuro próximo, abundó la doctora en sociología.
Mancini definió que la inestabilidad laboral es un concepto “disposicional”, lo que significa que, aunque no haya ocurrido, nos lastima, pues se mantiene incertidumbre y miedo a quedarse sin él, simplemente ante la posibilidad de que suceda.
También impacta a quienes comienzan a establecerse y aprovechan un salario y horarios fijos para independizarse de su familia de origen, casarse o tener hijos, decisiones fundamentales en ciertas etapas de la vida, recordó la experta universitaria. Para abatir la incertidumbre, enfatizó, económicamente ayudan determinaciones como aumentar el salario mínimo, así como tener cambios en la estructura productiva. Además, existe una solución legal a este problema, si se logra que se cumplan las leyes laborales que existen en el país.