Padece México por desigualdad salarial por género
En un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), según el informe en México se extiende una brecha salarial de género por encima del promedio de los países que integran dicha organización. Las mujeres trabajadoras mexicanas reciben en promedio 12 por ciento menos por jornada completa laborada que los hombres, siendo la diferencia más alta entre los países de la organización.
De igual manera en su estudio, la OCDE destacó que las mujeres están sobrerrepresentadas en trabajos de medio tiempo, lo cual reduce su salario ligado a las horas de trabajo y contribuye a la desigualdad en las remuneraciones, otra de las observaciones que destacaron en este reporte, las mujeres tienen una alta participación en actividades laborales donde son menos remuneradas.
Estas actividades limitan las posibilidades de que la mujer pueda avanzar en el mercado laboral más equitativo y que sea mejor remunerado debido al campo laborar donde se desempeñan las mujeres, lo cual limita el avance y la reducción de la brecha salarial.
La OCDE recomienda como políticas públicas de los Gobiernos, que faciliten la presentación de informes sobre la brecha salarial de género y alivien la carga administrativa al proporcionar herramientas de presentación de informes gratuitas y accesibles para los empleadores.
Es importante mencionar que, en México, se ha estado trabajando para reducir la brecha salarial creado normas, políticas, firmado convenios internaciones en pro de la equidad de género, pero aún queda la deuda pendiente.
Entre las normas está la norma (NMXR-025-SCFI-2015) de adopción voluntaria, sobre igualdad laboral y la no discriminación, para reconocer a los centros de trabajo que cuentan con prácticas en materia de igualdad laboral y no discriminación, para favorecer el desarrollo integral de las y los trabajadores.
Por su parte la Secretaría de Trabajo y Previsión Social está desarrollando el sistema de acreditación de buenas prácticas laborales y trabajo digno. Ambos mecanismos buscan garantizar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, la no discriminación, la prevención y sanción de la violencia laboral y la conciliación de la vida laboral y personal.
